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Arquitectos: Segond-Guyon Architectes
- Área: 3 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Studio Erick Saillet
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Proveedores: KEIM, Nuprotec
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Palacio de Lomé, construido en 1905, es un elemento crucial de la capital togolesa. Como la antigua residencia de los gobernadores, la estructura forma parte importante de la identidad nacional en los tiempos de la ocupación alemana y francesa, antes de la independencia del país. Este emblema y fuerte símbolo de la ciudad se ve acentuado por la arquitectura excepcional del edificio.
Después de una larga y laboriosa renovación, el Palacio de Lomé ahora está abierto al público, albergando el centro de arte y cultura de Togo, un restaurante y varios espacios para talleres educativos.
El palacio está ubicado en un parque excepcional, con varias cualidades botánicas y ambientales, en el centro de Lomé, frente al océano.
La condición del edificio, con el paso del tiempo y años de abandono, implicó un trabajo de investigación y demolición para volver a los volúmenes iniciales, la ligera composición de los elementos del edificio, su escalera y las galerías de madera en el primer piso. Las persianas de madera aseguran una ventilación natural y reducen el uso de aire acondicionado.
Un importante proyecto de paisaje se desarrolla desde la perspectiva del Océano Atlántico, que se amplifica por la sucesión de espejos de agua ornamentales. El resto del parque está marcado por la sucesión de varios ambientes: el jardín oceánico con sus cocoteros resistentes a la niebla del océano, la típica plantación de sabana de Togo, el bosque tropical arboretum compuesto de grandes árboles como Terminalia catappa.
El Palacio de Lomé fue construido en hormigón no reforzado. La estrategia de intervención buscó mejorar los materiales originales del edificio, respetando todas las construcciones de concreto originales: restauración de ventanas, persianas y elementos de madera en el área de la gran escalera, consolidación y exposición de paredes pintadas marcadas por el tiempo, la limpieza y la mejora de la gran barandilla de hierro forjado de la escalera.
La intervención contemporánea dialoga con la existente: restaurando balaustradas de madera en el ático para integrar el aire acondicionado de los espacios de exposición y en las galerías en el primer piso para limitar la exposición solar de los espacios, creando ventanas con pequeñas cantidades para mantener el máximo de transparencia y relación visual con el parque y creación de una nueva escalera para acceder a la torre oeste.